Nota de prensa: Sobre el poemario "La superflua iridiscencia de las buganvillas" de Yago Salmón

 Escrito por Yago Salmón



¿Quién es Yago Salmón?

Es complicado describir a una persona fuera de sus actividades o profesión, por lo que bien podría ser un estudiante o un escritor, pero más allá de eso, soy un curioso y un constante meditabundo. He trabajado en muchas cosas, desde la lotería de la ciudad en Buenos Aires, hasta profesor de filosofía en un colegio particular. No diría que soy aún un académico, mucho menos un teórico, pero sí me encuentro colisionado por el mundo de la poesía y por su pequeño mundillo. Ahora con este primer libro, “La superflua iridiscencia de las buganvillas”, tengo planeado aventurarme a los críticos, los lectores casuales e incluso a aquellos que nunca han leído nada relacionado con ella, pues encuentro que es un libro sumamente accesible.

¿Dirías que tu poesía está relacionada con la música o al menos, que se nutre de ella?

Diría que existe una relación biológica entre la música y la poesía, no únicamente con la mía, que, en definitiva, representa un mutualismo irrefutable. Por ejemplo, el rap es un acrónimo para decir en inglés: “Rhythm and poetry” (Ritmo y poesía). Esto nace, muy probablemente de poetas que decidieron agregarles un ritmo a sus letras y así lograron una representación orgánica de su trabajo, de su arte. No diría que mi poesía nació de la música, pero sí que siempre estuvo influido por ella. En un principio, cuando empecé a redactar aún muy pequeño, recuerdo escuchar Linkin Park encerrado en el cuarto de mis abuelos y pensar que había una retórica romántica en sus letras, que existía cierta belleza en la tristeza que plasmaban sus letras. Por supuesto, que en ese momento mi reflexión no era tan compleja, pero tampoco podía explicar porqué a alguien le llamaría la atención escuchar música que generara tristeza, arrebato o ira; más adelante comprendí que se trata de evocar empatía en el consumidor, aunque no me gusta llamarlo así. Fue luego de escribir mis primeros libros, que por suerte no publiqué, que comprendí la trascendencia y la influencia de la poesía en la música y de la música en la poesía. Había sido desde siempre un vaivén sociocultural, desde la época de la antigua Grecia hasta los raperos y traperos de nuestros días. Desde Homero y Séneca hasta Jorge Drexler, Silvio Rodríguez o Rels B y Bad Bunny. Es por eso que jamás podría negar que muchas de mis referencias son tanto músicos como escritores.

 

¿Y de qué trata esta primera publicación? ¿Por qué se llama “La superflua iridiscencia de las Buganvillas”?

En principio la mayoría de mis escritos solían ser muy oscuros y rebuscados. Como bien he explicado, utilizaba estilos provenientes de versos musicales, así como de íconos literarios e intentaba crear un collage de estilos y temas. Me parece que esta primera obra, definitivamente tiene mucho de eso, de estilos, de cotidianidad, de complejidad basada en una solución heterogénea, de creatividad. He intentado, más bien, plasmar en este poemario, mucha de la experiencia empírica que he tenido en mi vida, desde mis estudios en filosofía en la Universidad de Buenos Aires, hasta mi trabajo fotográfico y mis gustos musicales; siempre tratando de mantener una directriz, el pensamiento crítico. Ahora, ¿Por qué se llama así? La verdad es que es simple. Sin darme cuenta, creo que me he destacado por ser alguien que siempre les pone título a sus creaciones, títulos representativos o simbólicos, pero siempre originales. Me gustó La superflua iridiscencia de las buganvillas porque a mi madre siempre le gustaron las buganvillas. Es de alguna manera, una retribución a todo el amor que me ha dado, pero es al mismo tiempo, la materialización de recuerdos de chico en donde las buganvillas han tenido mucha presencia en mi vida. Es por esto que también está dedicado el libro a mis abuelos, ambos han tenido buganvilias en su casa y hasta el día de hoy cuelgan de sus paredes.

 

¿Podemos esperar más poesía después de esta entrega o se trata de una única iluminación?

En definitiva, esta es una primera entrega y en lo que a mí respecta, será la primera de muchas, pero todo a su tiempo. La verdad no tengo ningún apuro y espero tampoco tener que tenerlo, aunque suene redundante. Cada escritor tiene su manera de trabajar, algunos por inspiración, otros por disciplina. En mi caso, de disciplinado no tengo nada, pero sí tengo mucho amor por el arte y por las letras. Amo la facultad poética de prestarse a la interpretación y a la contemplación sensorial. Sé, por experiencia propia, que la poesía puede percibirse a través de los sentidos, de cualquiera de ellos. La poesía puede encontrarse en cualquier lugar, bajo una piedra en algún cerro de Pachacamac, dentro de las palabras de alguna cátedra universitaria o incluso en la bulla y dinámica de subirse al transporte público. En definitiva, es axioma de la poesía el hecho de ser omnipresente. Puede hacerse poesía del hecho más trágico o de la noche más cálida, del sexo más intenso hasta la tristeza más áspera. Espero además no solo publicar poesía en el futuro, tengo varios proyectos en curso desde ya hace varios años, pero es complicado darle cuerda, sentarse a escribir y hacer las cosas.

 

Tienes un blog llamado “El portador de la polilla”, ¿Cuál es la relación de tus escritos con el blog?

Para ser breve, comencé escribiendo en otro blog hace muchos años para unos amigos que actualmente residen en España, no quiero decir nombres para no herir sentimientos. Fue tras una ruptura con ellos que decidí iniciar con este proyecto de tener mi propio blog donde me publico ocasionalmente y comparto poesía de amigos y personas que he tenido la oportunidad de conocer, tanto física como virtualmente. Actualmente estoy en constante búsqueda de escritores peruanos que tengan ganas de ganar visibilidad y compartir su poesía o literatura cualquiera de manera gratuita ya que es difícil llegar a lectores aquí, en especial si uno es nuevo en el círculo. El portador de la polilla es en muchos aspectos un alter ego, un superhombre dedicado a la búsqueda de un bien mayor, de una verdad irrefutable; diría que es como un personaje dentro de una obra, solo que en esta ocasión la vida es la obra y yo soy el actor y la máscara. Es la identidad que necesito a veces para experimentar el anonimato, pero también para entregarle una identidad propia a mi trabajo y no hacer un enchastre.

 

Finalmente, ¿Dónde podemos encontrarte?

Como bien decía, pueden encontrarme en el Instagram de El portador de la polilla (@elportadordelapolilla), así como en mi Instagram personal (@yagosalmon) si es que prefieren degustar un poco de mi película fotográfica. Muchas gracias.




Es complicado describirse, especialmente cuando se supone que lo hagas posicionalmente fuera de la descripción de tus actividades. Soy sin duda un escritor en constante cambio y, por ende, poco constante. Esencialmente, al igual que el resto, soy parte del todo. Mi nombre es Yago Salmón y nací en Mayo de 1998. Soy el creador y editor del blog "El Portador De La Polilla" y actualmente soy estudiante de psicología.

Comentarios

  1. Acabo de leer las palabras escritas por mi Sobrino y ahijado, realmente estoy muy emocionado de que pueda expresar su hermosa alma en su poesía y en sus futuras obras, solamente deseo decirte que estoy muy orgulloso de ti y sabes como te quiero Yaguito

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  2. Bravo Yago siempre siguiendo tus pasos y orgullosa de ti
    Tu tía Preferida ☺️

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