Poema: Introducción al ser
Poema escrito por Yago Salmón De Lucio
Introducción al ser
El hombre consiste de
materia y energía,
Comúnmente
diagnosticado como física,
Metafísica y una
alevosía al caos universal.
Nos argumentamos con el
Ethos, logos y Pathos.
Un equilibrio
aristotélico que habla de retórica,
Pero la práctica y la
teoría son como la métrica.
En la actualidad se
abandonó la crítica
Para sumirnos en la
seguridad del nunca desconcierto.
Lo raro es que una vez
muerto Dios,
Parece haber muerto el
hombre tenue,
Y nos abarrotamos en la
pérdida de sentido.
Algunos sumergidos en
los placeres, otros:
En una odisea eterna en
busca de la esencia
Aunque no hay esencia
natural más aquella del origen,
La raíz se encuentra
como herida de luz en seres sutiles.
Ahora el mundo abisal
sostenido por ideas clarividentes,
Pretenden ser todas
gracias al método científico.
La idea que plantea la
duda del misticismo,
Fue la misma dueña de
la evolución del médico.
Continuamos como
partículas buscándonos sentido,
En un universo que
cobró conciencia en nosotros mismos.
Y nuestra conciencia se
sustentó en esoterismo,
Luego llegó la
psicología en busca del abismo:
En la filosofía, como
un mal maligno.
Pero el subconsciente
puso fin a todo acierto fatuo.
Consideraron destruirlo
mediante reconstrucciones cobre,
Pero la alimentaron
mediante “falacias del espantapájaros”.
Ocurriendo siempre lo
opuesto a la pretendido,
La gente se carcomía
deshilachando definiciones.
Nos vimos atravesados
por la historia ocre,
Confrontando el vivir
creando de la praxis: “Arte”.
Complejizando la
existencia como secesiones mates,
Efectivamente
evolucionamos en seres divergentes.
Las líneas históricas
refractaron el tiempo,
Pero el tiempo no
existía como un pueblo elegido,
Y los templos de
Salomón cayeron haciendo ruido,
Y los peregrinos
bramaron por un Dios misericordioso.
Cayendo y cayendo en un
objeto llamado pozo
Como caen las piedras
en las fosas de cavernas rojas.
Perspectiva subjetiva,
perspectiva lógica;
Corriente absolutista,
reincidencia relativista.
La disociación se
volvió tendencia vírica,
Como el virus de la
lívido corría en las arterias.
Nació la dicotomía y
los procesos paradójicos,
Arriba se volvió abajo
y abajo un ciclo retroalimentativo.
El sexo convertido en
tántrico avanzaba sádico,
Mientras geométricos
hombres rescribían el tabú,
Pero el feminismo
nuevamente creó tendencia,
Junto a ella se recrea
el fanatismo y la juventud.
El pensamiento crítico
fue tomado con pinzas,
Los mismos fórceps
obstétricos con los que nacimos.
En una ambivalencia
constante pero fortuita,
El siguiente paso
estaba al paso de la esquina.
Y respiramos densos y
respiramos hastíos,
En un estímulo estío de
un verano áspero.
Sosteniendo socios la
incongruencia análoga,
Al miedo que sentimos
al quedarnos solos.
Introducimos al ser
solo para desconocernos,
Trocando nuestro léxico
por drogas de diseño.
El lenguaje se hizo
viga y la viga viró en bisagra,
En un vicio constante
por moldear el código de barras.
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