Relato: La repartición de la tierra

Por Federico Salmón Navea

Fotografía por Federico Salmón Jacobs. Lima, Perú. 2012



El relato que están por leer fue escrito cuando Fico tenía quince años y se encontraba cursando el curso de literatura en cuarto de media durante el año 1956. sesenta y tres años después, nos permite dar un vistazo al interior de uno de sus cuadernos.

Cuaderno de literatura de Federico salmón Navea durante el año 1956
 Fotografía por Yago Salmón.



La repartición de la tierra

No fue la tierra repartida entre los hombres, fueron ellos quienes fueron repartidos.

No fue una repartición metódica, ni tampoco hecha a tontas y a locas, fue lo que hoy en día llamaríamos “Una repartición científica”. Sería tonto pensar que el todopoderoso entregase a su más perfecta criatura, terrenos delimitados; no, su mente perfecta no podía hacer eso; los creó y los puso repartidos en los más lejanos lugares de la tierra.

De allí habrían de surgir mil y una civilizaciones, de allí cien diferentes razas, de allí el motivo por el cual no ha perecido la raza humana, ¿Y cómo habría de perecer? Si mientras por un motivo cualquiera se destruía una ciudad en el Asia, en el África se empezaba a construir otra.

Y cuan inteligentemente los distribuyó, aquellos de la piel gruesa y resistente, sí, esos que hoy llamamos esquimales, ¿Hay otro sitio mejor para ellos que las eternas nieves? Y esos de la tez negra, retinta, que tan bien resisten los inclementes rayos del sol, ¿Qué mejor sitio para ellos que las calurosas y enmarañadas selvas del África? Esa selva en la cual los blancos hubiesen perecido, fue tan buen lugar para aquellos, como las suaves campiñas de Europa para estos.

¿Hubiera habido quizás un Cristóbal Colón, un Magallanes, hasta un Marco Polo; de haber estado todos los hombres reunidos? No, por supuesto que no; nuestra historia sería tan árida, que se limitaría a luchas políticas; y sus héroes, no serían hombres de empresa, como los anteriormente citados, si no más bien, serían esos héroes “Circunstanciales”, esos que nunca dejan de aparecer, como un carbón, que enardecido por el fuego de su alrededor, lanza una chispa, que luego se apaga.

Hay muchos, sin embargo, alrededor de nosotros mismos, que no son merecedores de haber sido puestos en este lugar de la tierra (América), ni en ningún otro lugar del orbe; son aquellos que se dan por satisfechos con lo que otros han conquistado para ellos en tiempos remotos, sin pensar que aún hay mucho por conquistar, mucho más de lo que pensamos. Si no lo creéis…

mirad a las estrellas.





Federico Salmón Navea actualmente vive en Lima, Perú y siempre tuvo pasión por escribir.

Comentarios

  1. Wow increible que a los 15 tuviera tan buen vocabulario, Realmente pudo ser un gran escritor y por que no...empezar quizas ahora pues tiene mucho que contar además que lo hace muy bien y es muy entretenido, Que lindo que compartieras sus letras, un beso

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