Artículo: A favor de la legalización de la Marihuana
Por Yago Federico Salmón De Lucio
Buenos Aires, Argentina 2019
Yago Salmón De Lucio es un escritor peruano de veintiún años amante del arte. En la actualidad estudia la carrera de letras en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Es el creador y editor del blog. Instagram: @yagosalmon y @elportadordelapolilla
Buenos Aires, Argentina 2019
Fotografía por Luis Repilloza. (2019) instagram: @luisrepilloza
A favor de la legalización de la Marihuana
En pleno siglo XXI después del
surgimiento de movimientos basados en ideas neoliberales apartadas de las
decisiones de estados absolutos o autoritarios como el debate de la discusión
por el aborto, los libres comercios, las instituciones privadas y públicas y el
sistema capitalista, existe, además, la persecución de un grupo cada vez mayor
de personas por el consumo de marihuana tanto recreacional como medicinal. Lo
que expondremos en el artículo a favor de la legalización de la marihuana no es
solo una opinión basada en hechos, sino que estará fundamentada con ciencias
políticas, sociales, médicas, económicas y además estudios filosóficos,
demostrando desde todo aspecto de manera resumida, la influencia que puede
tener y tiene la legalización para el consumo de marihuana en todos sus
aspectos. así se abarcará tema por tema como un subtítulo aparte de manera que
se delimitará en función de su mejor argumentación y organización.
Argumento filosófico:
El primer punto a exponer se sitúa
en el ámbito de la filosofía. Epistemológicamente se necesitan diversos ámbitos
con las cuales tener cierto margen de información en evidencia hacia el público
en general debido a la demanda tanto para su uso clínico como recreacional.
Según la Revista peruana de medicina integrativa se afirma que “Los escépticos ante el uso de los cannabinoides reclaman
evidencia científica favorable a su uso antes de aceptar que la medicina cannábica
se haga una realidad clínica. Para ello, se requiere un marco epistemológico
que nos permita integrar estas prácticas terapéuticas, antes que incorporar
ciegamente un modelo tomado de la industria farmacológica y sus reglas de
producción y uso.” Como se afirma, sin la información básica suficiente, es
imposible incorporar su uso en ningún aspecto debido a que se trabaja “a
ciegas”. Esto parece algo imperativo cuando es obvio que las estadísticas
apuntan a un consumo masivo de una sustancia psicoactiva en la cual muchas
veces se accede de manera ilegal y no hay manera de verificar la calidad del
producto. Según el NIH (National institute on drug abuse) por sus siglas en
inglés, en una encuesta realizada por el NSDUH (National Survey on Drug Use and
Health) “La marihuana es la droga ilícita más comúnmente usada en los Estados
Unidos (19,8 millones de personas la usaron en el mes anterior a la encuesta)”;
la encuesta fue realizada en el 2013. En vista de la inmensa cantidad de gente
expuesta únicamente en los Estados Unidos de América parecería incluso
irrelevante continuar la discusión sobre si es necesario la identificación de
toda la información necesaria para su uso correcto alrededor del mundo.
Desde
un punto de vista moral absolutista como el que nos podría proveer un filosofo
contemporáneo como es Peter Kreeft, la moral es absoluta y está intrínsecamente
atada al ser humano y al mismo tiempo no depende de este para existir, en otras
palabras, la moral está por encima de este. Esto parece ser más fácil de digerir
para el debido a que es un filósofo católico, en donde la moral podría ser
proveniente de Dios o simplemente ver a la moral como Dios mismo, aunque es
obvio que al relativizar la moral como ya hemos visto en filósofos como
Nietzsche, se llega al ciclo retroalimentativo de la “Falacia lógica”
argumentada en la tabla de la verdad conocida por todos que además se puede
apreciar de manera clara en libros como “Introducción al pensamiento
científico” escrito por profesores que trabajan con el sistema de UBAXXI de la
Universidad de Buenos Aires. Esto significaría en palabras que todos entendamos
que finalmente, se contradice el sistema de moral relativista al no tener un
punto fijo delimitado para todos. Aplicando el siguiente concepto al consumo de
marihuana, se podía afirmar que la marihuana es un objeto inanimado por lo que
decir que es “Buena” o “Mala” es una “Negligencia semántica”, porque la
marihuana efectivamente no es un sujeto y por lo tanto no puede ser clasificada
como tal; la moral aplica únicamente al ser humano. Habiendo comprendido esto,
se podría discutir si la marihuana como “Droga” es perjudicial o no para la
salud y eso se discutirá en el tópico de “Argumento médico” demostrando así que
la marihuana no cumple un rol moral y debido a esa premisa se puede afirmar
también que cualquier droga no es “Buena” ni “Mala” sino que se puede
argumentar si es beneficiosa o perjudicial para la salud.
En
un documental organizado por la revista “VICE” titulado “Smoking weed with the
president of Uruguay” realizado en el 2014 además de una serie entera de videos
disponibles en Youtube y otras plataformas online, permiten apreciar la manera
en la que la legalización de marihuana no solo reduce problemas como el
comercio ilegal, sino que genera trabajo e impulsa la comunicación entre
personas por una sola causa, dándole así a la gente un perfil con el cual
identificarse. Por otro lado, en el libro “Marihuana” escrito por Fernando
Soriano, un escritor y periodista argentino, en el capítulo titulado: Big bang:
Dylan y los Beatles se fuman uno y vuela todo por los aires, se demuestra que
la genialidad de grupos de música que no solo cambiaron la música para siempre
sino la misma manera de desarrollarse y vivir siendo influenciados por el
consumo de marihuana y cito textualmente: “La grabación de Rubber soul fue el
click que abrió múltiples ventanas y que inició un camino colorido y distinto y
bastante hippie (al menos por un tiempo) para los Beatles, ya después con
Revolver, Magical Mystery Tour o Sargent Pepper entre otros. “Dylan nos inició
a todos en la marihuana y en realidad nos abrió una clase diferente de
sensibilidad; más como los músicos de jazz (…).” Así queda demostrado que la
marihuana no solo podría considerarse como un instrumento éticamente correcto
de trabajo debido a que no transgredimos a nadie, sino que además es su consumo
puede incluso ser beneficioso y necesario en otros casos, medicinalmente
hablando.
Argumento
político-económico:
En
los últimos años los países y estados independientes se han ido sumando a la
legalización del consumo de marihuana sea recreativo o medicinal. La lista aún
no es tan larga, pero comienza a extenderse comenzando por Uruguay, uno de los
pocos países en el mundo en donde es completamente legal en todos sus aspectos.
el 10 de diciembre del 2013 se aprobó la ley que se encarga de la regulación de
la producción, comercialización y tenencia (medicinal o recreativa) de
marihuana que había sido condenada desde hace muchos años, exactamente desde
1933 con la ley (9.155) la cual en el artículo 223. Comercio de la coca, opio o
sus derivados decreta: “El que, fuera de las circunstancias previstas
reglamentariamente, ejerce el comercio de substancias estupefacientes, tuviera
poder o fuere depositario de las mismas, será castigado con seis meses de
prisión a cinco años de penitenciaría.” Con el paso de los años la ley fue
cambiando hasta que finalmente en el año 2013 la ley 17016 cambió su
legislación. Hoy en día se les permite a las farmacias vender hasta 40 gramos
de cannabis por persona al mes, se habilitó el autocultivo de hasta 6 plantas
hembras por persona que no excedan los 440 gramos anuales, así como se le
permitió al sector de las empresas privadas la investigación y uso del
psicoactivo para fines comerciales con el respaldo de la ley 19172.
En
el año 2017 se aprobó la ley en el Perú que permitía el uso de marihuana con
fines “terapéuticos” y en un artículo online de “El País” publicado el 20 de
octubre del 2017 afirma que: “Para hacer viable el uso medicinal del cannabis,
la norma prevé que el ministerio de Salud cree varios registros oficiales, uno
de ellos, de carácter reservado, será el de pacientes certificados por médicos,
con información sobre la enfermedad y la dosis recomendada. Además, el ministerio
debe abrir un registro oficial de personas naturales o jurídicas importadoras o
comercializadoras; otro de entidades y laboratorios autorizados a producir; y,
finalmente, un padrón de entidades dedicadas a la investigación del cannabis y
sus derivados con fines medicinales y terapéuticos” (JACQUELINE FOWKS, 2017).
Por
otra parte, hasta hoy en día se continúa penando el consumo recreacional, el
autocultivo y su comercialización bajo la ley del código penal 296-A el cual
decreta: “El que promueve, favorece o facilita el consumo ilegal de drogas
tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, mediante actos de
fabricación o tráfico será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
ocho ni mayor de quince años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco
días-multa, e inhabilitación conforme al artículo 36°, incisos 1, 2 y 4. El que
posea drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas para su
tráfico ilícito será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis
ni mayor de doce años y con ciento veinte a ciento ochenta días-multa. El que a
sabiendas comercializa materias primas o insumos destinados a la elaboración
ilegal de drogas será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
cinco ni mayor de diez años y con sesenta a ciento veinte días-multa.” (Código
Penal del Congreso de la república del Perú, 2003).
En
otros países como Argentina, El artículo 19 de la constitución ampara a las
siguientes personas: “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo
ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo
reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún
habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado
de lo que ella no prohíbe.” Por lo que se puede traducir que nadie debería ser
capaz de meterte preso por fumarte un cigarro de marihuana en tu casa mientras
que no causes un desorden público, sin embargo, se conoce de muchos casos en
los que se encarcela a las personas por cultivar o utilizarla de manera
Terapéutica. El pasado 4 de mayo, personalmente asistí a la Marcha Mundial Por
la legalización de la Marihuana en Buenos Aires, Argentina, donde participaron
distintas organizaciones independientes con el fin de promulgar una ley que
legalicé su consumo en todo aspecto. Esto se debe a que hay organismos
independientes como Mamá cultiva encargados de organizar y promover la
militancia, “Somos una fundación sin fines de lucro que tiene por objeto
agrupar a madres de niños con epilepsia refractaria, cáncer y otras patologías
que no han encontrado una mejoría con la medicina tradicional; buscando
impulsar el uso de cannabis medicinal, atendiendo a los maravillosos resultados
que esta terapia ha logrado. MamáCultiva está vinculada a Fundación Daya en una
sinergia colaborativa que intenta entregar apoyo a todas las familias que lo
requieran.” (Mamácultiva, 2018)
Desde
el pasado 2 de febrero de este mismo año, todo juez en México está obligado a
amparar las necesidades de personas que la necesitan con fines médicos y ni
hablar de USA y Canadá que ya tienen una industria enorme de producción de
cannabis. Otras fuentes fundamentales de información como el World Drug Report
2018 respaldado por la ONU (Organización de las naciones unidas),
específicamente escrito por la UNODC (United Nation Office on Drugs and Crime) afirma
que el consumo de drogas en el mundo, en general, es de aproximadamente un
cuarto de billón de usuarios, más exactamente 275 millones de personas y en relación
con el 2015, en el 2016 aumentó el consumo aproximadamente en 20 millones de
personas, más incluso que la población entera de chile y esto se debe a las
nuevas metodologías en el tratamiento de enfermedades. Por supuesto que la
inmensa suma de 275 millones de personas consumiendo drogas, incluye también
aquellas que usan otro tipo de sustancias como la cocaína entre otras. Es por
esto que se estima que alrededor de 31 millones de personas, el 9 por ciento,
sufre de algún trastorno relacionado con estas, sin embargo, no están
relacionadas con el consumo de marihuana. Además, lanzan evidencia que afirma
que 192.2 millones de consumidores utilizan marihuana y citamos: “Cannabis
remained by far the most widely consumed drug worldwide in 2016, with 192.2 million
past-year users, corresponding to 3.9 per cent of the global population aged
15–64 years.” (United Nations Office of Drugs and Crime, 2018).
Según
Aristóteles, el humano es un ser político y esto quizá se refutó cientos de
veces a lo largo de la historia, pero hoy en día se supone que nuestro gobierno
se basa en una democracia. El prefijo “Demo” proviene de la cultura griega,
específicamente de la Polis Ateniense en donde la ciudad se dividía en barrios
y el sufijo “Cracia” proviene de gobierno por lo que la “Democracia” sería el
gobierno de los barrios, hoy definido como “del pueblo”. Si se supone que
nosotros por definición debemos tener participación política y tomar partido en
las opiniones e ideas bien sustentadas que queramos institucionalizar mediante
la ley, es importante que expongamos los beneficios políticos y economicos que
podría tener crear un mercado en donde el estado se encargue de la producción
de marihuana, abriendo un nuevo mercado con oportunidades laborales y toda una
industria que recorre desde los comestibles con CBD y THC hasta la agricultura
y la química detrás de la producción. Nosotros somos los responsables de
construir nuestra sociedad y dejar de lado la reificación que nos
característica. Dejar de naturalizar cuando la sociedad es un proceso de
construcción de grupo, de comunidades, de todos. Quizá no vivamos realmente en
una democracia sino en un gobierno representativo y deberíamos comenzar a
cuestionarnos si estamos siendo bien gobernados o si se podría hacer un mejor trabajo.
¿Acaso es esta una oportunidad de disminuir el narcotráfico y combatir la
ilegalidad?
Argumento
sociológico:
Según
los sociólogos clásicos como son Weber y Durkheim, las sociedades se pueden
estudiar de dos formas distintas. Desde el individuo y desde su entorno, por lo
que un obrar sociológico puede ser toda forma de pensar, sentir y cualquier
forma que ejerza sobre el individuo una fuerza externa que lo influencia a su
toma de decisiones. Comúnmente se habla de tipos ideales o de dominación con
los cuales se demuestra que el humano actúa con el fin de conseguir algo de
diversas maneras, que pueden ser apelando a sus valores, tradiciones, entre
otros. Así la sociedad se moldea de una manera histórica en donde
consecuentemente a lo ocurrido se toman decisiones que afectan a todo el mundo
y por ende se construyen civilizaciones comúnmente en base a utopías como es el
capitalismo, el socialismo, el comunismo…
Debido
a que las sociedades son construcciones sociales que ocurren con el paso del
tiempo, en el proceso se llevan a cabo internalizaciones de lo que se conoce
como lo “Normal”, y así se lleva a desnaturalizar y descalificar lo que queda
fuere de ese límite que nos parece tan abstractos a todos a la hora de leerlo y
pensarlo. Imaginen y recreen la situación, es quizá una de las razones por las
cuales somos como somos y parece obvio que aquí se ve en medio de los
paradigmas impuestos, el libre albedrío confundido y mimetizado con nuestra
toma de decisiones. Es cuestión de hacer un ejercicio simple y analizar nuestra
rutina en donde llevamos a cabo hábitos, los cuales son acciones que se
realizan con frecuencia y que se normalizan en el tiempo y atendemos a
“Instituciones” en donde se llegó a un consenso de actuación sociológica en
donde todas las partes esperan que se actúe de cierta manera para recibir
respuestas dentro del límite determinado. Eso simplifica la vida y ahorra
tiempo, haciendo que cuando nos acerquemos a una panadería sea claramente a
comprar pan o algo relacionado con la repostería y no a hacer un trámite estatal
o un pago bancario. Esta relación parece obvia debido a que tenemos
predeterminado que dentro de la panadería venden pan y en el banco se deposita
o se retira dinero, sin embargo, esas obviedades no hacen nada más que
demostrar el funcionamiento de nuestra sociedad.
Fue
así que el 1 de Julio de 1973 se creo la institución de la DEA (Drug
Enforcement Administration) bajo la tutela del presidente de los Estados
Unidos, Richard Nixon en donde tan solo un mes antes había dado su discurso
afirmando que las drogas eran el enemigo público número uno. La marihuana
comenzó a ser intensamente perseguida alrededor del mundo en esa fecha
aproximadamente debido a que antes, no existían leyes muy concretas en el
manejo de las drogas en general. Esto también se vio influenciado debido al
alto consumo de opio que claramente tiene efectos completamente distintos que
la marihuana, pero finalmente se encasilló a todas las drogas en el mismo saco.
Es
curioso esto debido a que el tabaco y el alcohol califican bajo la definición
de droga de la OMS y sin embargo son legales. Hoy se sabe que el tabaquismo es
una de las causas principales de la recurrencia del cáncer de vías
respiratorias. “La enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC) causó tres millones de fallecimientos en 2016,
mientras que el cáncer de pulmón, junto con los de tráquea y de bronquios, se
llevó la vida de 1,7 millones de personas.” (Organización Mundial de la Salud,
2018).
La
verdadera pregunta es ¿Por qué están permitidas algunas drogas y otras no?
Sociológicamente, dando respuesta a lo que ocurre hoy en día, se a
estigmatizado al consumidor de Marihuana como una persona inútil o vaga, un
drogadicto. Es claro que esto no es verdad y se sabe por declaraciones que
muchos deportistas de nivel mundial lo utilizan sin que afecte su rendimiento
físico. No creo que sea necesario aclarar que un deportista olímpico claramente
no es un vago ni mucho menos un inútil y eso es solo por decir uno de los miles
de casos de profesionales que se dedican plenamente a trabajar, estudiar o
competir en distintos ámbitos de la vida. Así como se creó el Tabú, también
puede normalizarse su uso y es cuestión de hacer llegar la información correcta
a todos, sin secretos. Así queda demostrado que la estigmatización al consumidor
de marihuana además de ser reciente no se basa en estudios previos ni ningún
tipo de base que esté lógicamente sustentada además de una opinión subjetiva
interiorizada hace más de cuarenta años.
Argumento
médico:
Es
claro que la marihuana al igual que cualquier otra droga, incluyendo las que se
venden en las farmacias, no es del agrado de todo el mundo. Se a asociado con
cuadros de brotes psicóticos o alucinaciones en dosis grandes, principalmente a
las personas sin una experiencia previa con marihuana. Por otro lado, existen
enfermedades como el Síndrome de West en el cual los niños sufren de
convulsiones esporádicas recurrentes que afectan típicamente los músculos del
cuello y el tronco superior en donde además ocasionalmente se acompaña de
diversos espasmos como es la desviación ocular, hipsarritmias cardíacas y dificultad
para respirar. Esta enfermedad como muchas otras como es el Alzheimer, el
glaucoma y el autismo, han demostrado tener buenos resultados tras ser tratados
con derivados del cannabis.
Esto
a ocurrido debido a que nuestro cuerpo naturalmente posee un sistema
endocannabinoide o de cannabinoides endógenos. Estos están mediados por
receptores de membrana que funcionan como neurotransmisores al igual que los
receptores GABA, en donde químicamente se reconoce el THC
(Tetrahidrocannabinol) entre otras de las sustancias provenientes del cannabis
por la Anandamida el cual es un receptor acoplado al sistema nervioso central.
Según la NIH ya mencionada en un argumento anterior, afirma que “Por ejemplo,
el THC es capaz de alterar el funcionamiento del hipocampo (ver "La
marihuana, la memoria y el hipocampo") y la corteza orbital frontal, áreas
del cerebro que le permiten a una persona poder crear nuevas memorias y cambiar
su foco de atención.” Debido al acoplamiento de las sustancias de la marihuana,
el cuerpo desencadena un sistema de gratificación en donde se libera Dopamina
en grandes cantidades y por eso existe el “High” o efecto placentero de la
marihuana. Existen estudios mucho más extensivos y complejos sobre el tema,
pero lo importante era principalmente exponer el potencial que tiene la planta.
Existen
por supuesto medicamentos tradicionales para el tratamiento de las enfermedades
como es la ansiedad, la depresión o la epilepsia, aunque por testimonios se
sabe que no funciona en todos. Algunos de los medicamentos más comunes son los
barbitúricos como el fenobarbital, el acido valproico, la fenitoína,
carbamazepina entre otros. Sería cuestión de entrar a la FDA (Food and Drug
Administration) y buscar los efectos adversos de los medicamentos.
Así
concluimos de manera muy generalizada algunas de las razones por las cuales la
legalización de marihuana debe de comenzar a considerarse como una opción
importante que puede dar solución a ciertos problemas médicos, conductuales,
sociales e incluso políticos. Es claro que todo tiene contraposiciones, sin
embargo, somos nosotros los que estamos a cargo de tomar decisiones importantes
a largo y corto plazo por lo que debemos de involucrarnos en aquellas cosas que
nos interesan para hallar la mejor opción para resolver nuestros problemas o
simplemente disponer de nuestra manera de relajarnos. Somos nosotros aquellos
que toman las decisiones y aunque el tiempo no está definido ni para los
físicos, es importante recalcar que nuestra vida tiene fecha de caducidad.
Personalmente he vivido la experiencia de fumar durante varios años de mi vida,
durante mis estudios de medicina y actualmente de literatura y siempre he
encontrado que la marihuana puede ser una puerta para una sociabilización más
eficiente debido a que soy una persona a la cual le cuesta expresarse al
hablar. Quizá es momento de dejar de excluir a las personas diferentes porque
todos tenemos algo que nos hace distintos, celebrémoslo en vez de destruirlo.
Fumemos unos cogollos, yo invito.
Bibliografía:
1. Sánchez Busto S. Aspectos epistemológicos para el uso
de la marihuana medicinal. Rev Peru Med Integrativa. 2017;2(1):68-9.
2. NIDA. (2015, septiembre 1). La marihuana. Retrieved from
https://www.drugabuse.gov/es/la-marihuana en 2019, May 25
3.
JACQUELINE FOWKS, J. F.
(2017, 20 octubre). Perú aprueba el uso medicinal del cannabis. Recuperado 25
mayo, 2019, de https://elpais.com
4.
Código Penal del Congreso de la república del Perú.
(2003, 30 abril). LEY QUE MODIFICA EL CÓDIGO PENAL EN MATERIA DE TRÁFICO
ILÍCITO DE DROGAS. Recuperado 25 mayo, 2019, de http://www2.congreso.gob.pe
6.
United Nations Office
of Drugs and Crime. (2018, junio). Global overview of drug demand and supply
(Wold Drug Report 2018). Recuperado 26 mayo, 2019, de https://www.unodc.org
7.
Organización Mundial de la Salud. (2018, 24 mayo). Las
10 principales causas de defunción. Recuperado 26 mayo, 2019, de https://www.who.int




Muy interesante Yago la verdad que si hasta la mamá de Jaime Baily usa el aceite de marihuana...!
ResponderEliminarY en algún momento me gustaría probarlo para la ansiedad...!!
Un baccio
Muchas gracias por leerlo, un beso!
EliminarExcelente informe Yaguito, cada día más orgulloso de ser tu abuelo! La investigación bien fundamentada puede ser otra fase de tu inquietud, ADELANTE.
ResponderEliminarQue bueno escucharlo de ti abuelo, gracias!
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