Poema: Translúcido

Por Yago Salmón De Lucio


Fotografía por Luis Repilloza (2018) instagram: @luisrepilloza



Trasnlúcido


Es ya costumbre de entre semana escuchar que la gente me critica esperando de mí, algo que no soy. Porque sí que me siento durante horas a tocarme la polla, pero no es pensando en la próxima mujer a la cual lanzaré mi hechizo sino el supuesto mensaje que llevará mi más nuevo poema.

T R A S N L Ú C I D O

-       ¿Por qué no trabajas? ¡Si no haces nada!

Y sí, yo, no hago nada. Nada de lo que esperas que haga, porque caballero de ángulos pronunciados, yo no soy quién tú quieres que sea. No soy feminista de siglo XXI, no soy oficinista de Nueva York, no soy dictador de la segunda guerra. Soy hombre del noventa y ocho que nadie esperó que así sea, soy hombre que saca cara a los sentimientos y que no teme que lo vean llorar. Es curioso porque a veces incluso se critica mi manera de pensar, de ser, de fumar, de leer, de llorar.

 “¡Que no se ventilen tus problemas que a las personas no les importa y ya!”
 Yo sé que a nadie le importa tomarse un segundo para ponerse a pensar, pero gracias a mi madre que me enseñó:

“Mal de muchos, consuelo de tontos.”

Ahora que soy translúcido he sido capaz de mostrarme,
La población asombrada se ríe y demuestra,
Algo distinto a lo que suelen decirme y jactarse:
Que a nadie más que a mí le importa mi baile.

Un desasosiego de emergencia, última noticia;
Ahora que me muestro translúcido soy más misterioso.
Porque excavo lampeada tras otra y contra más profundo llego,
Aprendo algo de mí que por algo no veo.

No veía en realidad, solía ser fósil enterrado por presión social,
Por intención radial.
Pero ahora ya no me pregunto si el lunes entrego el trabajo de investigación,
Sino para cuando haré que el mundo cambie.

Y
Está
Cambiando.

Porque el cambio tan cliché que todos conocen y nadie acata,
Es que el mundo se transluce al cambiar nosotros.

Y se translucen las mentiras
Y los corruptos
Y las infidelidades
Y las incertezas de nuestra personalidad que tanto nos dañan.

No surfees la ola, no aceptes un consejo que siempre puede ser malintencionado, no hagas daño al prójimo, sé tú mismo.

Hoy por hoy tanto fiel que vociferan ser creyentes y mantenerse al pie de una religión ortodoxa sin conocer sus pecados y tanto ateo haciendo obras sociales. Tanto fanático tirando bombas y tanto ateo asumiendo responsabilidades de los demás. El dos mil dieciocho con tanto ateo hablando de Dios sin ser capaz de entenderlo.

Y ahora que soy translúcido, la luz que alumbraba mis rincones más remotos al estar cerradas las persianas, no llegan a mostrar ni el más mínimo detalle de un granito de arena mirado al microscopio. Somos minúsculas partículas de:

POLVO
DE
ESTRELLAS

QUE CRUZARON EL UNIVERSO EN BUSCA DE LA LUZ QUE LES DARÍA VIDA.

¿Por qué si soy translúcido nadie es capaz de verme?

-       Señor trabajador, te tengo una tarea. contéstame esa pregunta.

Y no juzgues a un anciano por llevar el lomo curtido y la espalda encorvada al cargar el tan ligero cargamento, que a ese mismo anciano del que tanto hablas, le está pasando factura cargar todo aquello que tú decidiste dejar tirado en la mitad de la autopista.
Así de translúcidos somos.

Así que no tengas miedo de quedarte sin sorpresas,
A lo mejor, la sorpresa te la das tú al entender que eres presa
De ti mismo y que dentro de cada frasquito que destapes,
Hay una Matrioska rusa esperando que la desempolves.





Yago Salmón De Lucio es un escritor peruano de veinte años amante del arte. En la actualidad estudia la carrera de letras en la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Es el creador y editor del blog. Instagram: @yagosalmon y @elportadordelapolilla

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